El Reiki es una técnica para el manejo, transferencia y envío de energía de alta vibración como fuerza para sanar, transmutar y equilibrar la energía de la persona que la recibe. Esta energía es aplicada conscientemente para lograr el equilibrio mental, emocional, físico y energético a través de la transferencia energética que se realiza durante la terapia de Reiki.

El Reiki revitaliza y armoniza los planos físico, emocional, mental y espiritual que están desequilibrados o han desarrollado ya una enfermedad. Actúa en la raíz del problema, permitiendo que la causa que lo ha originado sea sanada. Esta terapia es complementaria de la medicina convencional y las terapias psicológicas.

El Maestro de Reiki durante la terapia transferirá a la persona o paciente la Energía Universal (jamás se usará la energía propia), potenciando su energía vital, ayudándole a equilibrarse a nivel mental, emocional, energético y físico. El Reiki se ayuda de símbolos para atraer la energía y poder canalizarla. El Maestro también se ayudará de estos símbolos para subir de vibración la energía del paciente.

La terapia con Reiki implica que el mecanismo de auto-sanación que posee toda persona funcione correctamente o al menos al máximo de su capacidad en ese momento, simplemente haciendo que esté en armonía y en equilibrio con la energía vital que le aporta el Reiki, cuya frecuencia de vibración es muy alta y que permanece trabajando en el cuerpo del paciente por un periodo mínimo de 24 horas.

La capacidad del Maestro que imparte la terapia y el deseo de mejorar de la persona a la que se está tratando intensifica la eficacia del Reiki, pero el Reiki siempre actúa. La grandeza espiritual que haya sido capaz de desarrollar el Maestro influirá en el grado de eficacia.

La Terapia de Reiki mejora:

A nivel físico: el dolor en general, dolores de cabeza, lesiones, mejora el metabolismo, ayuda a cicatrizar, las quemaduras, mejora los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia en el cáncer, refuerza el sistema inmunológico, revitaliza el organismo en general. Beneficia mucho una sesión de Reiki antes y después de una operación, reumas, fibromialgia, etc.

A nivel emocional: equilibra el estado de ánimo, proporciona bienestar emocional, refuerza la voluntad, siendo aconsejable durante problemas emocionales, depresión, infelicidad, agresividad, etc.

A nivel mental: ayuda a superar hábitos dañinos, libera pensamientos negativos, miedo, ira, estrés, insomnio, nerviosismo, ansiedad, cambia patrones mentales, etc.

A nivel espiritual: aporta paz y serenidad, armonía, equilibrio,

En los embarazos la terapia de Reiki armoniza tanto a la madre como al feto, consiguiendo un periodo sin contratiempos.

La terapia con Reiki se realiza estando la persona tumbada en una camilla y vestida. El Maestro de Reiki trabaja con energía de alta vibración y no existen contraindicaciones ni efectos secundarios que perjudiquen al organismo, pero puede conllevar unas leves molestias al liberar la energía de baja vibración que producía el desequilibrio o la enfermedad. Hay personas que no sienten ningún tipo de molestias, pero otras en los días posteriores suelen notar síntomas como nauseas, malestar general físico o emocional, miccionar más de lo normal, descomposición leve, etc., todo esto es debido a la energía que se está eliminando.

Beneficios con el tratamiento de Reiki:

– Se estimulan y despiertan las fuerzas internas de autosanación.

– Se equilibran los centros y circuitos energéticos y las funciones metabólicas del cuerpo.

– Se alivian las tensiones musculares y los dolores.

– Se liberan las emociones reprimidas, armonizándose en el proceso la esfera psico-afectiva de la persona.

– Aumenta el nivel energético, proporcionando vitalidad física y anímica, revitalización orgánica y rejuvenecimiento de todo el organismo.

– Se produce un estado de profunda relajación, de calma mental y serenidad de espíritu.

– Se desarrolla y se expande la conciencia a través de un estado íntimo y progresivo de autoconocimiento.

– Se sana el ser en su totalidad, ideal y meta de la medicina holística.

– Las plantas, los animales y los alimentos también se benefician de la energía universal.

– Te abrirá a nuevas experiencias en el camino de la evolución personal.

Es nuestro derecho de nacimiento.

El cuidar de nosotros mismos, eligiendo aquello que más nos favorezca. La persona debe ser consciente de su propio valor y procurar desarrollar en todo lo posible sus recursos internos, para disfrutar de una vida digna y saludable.

Es necesario cuidar el cuerpo que nos sostiene llevando a cabo una vida sana, la mente que nos distingue, las emociones que nos avalan, y nuestra propia energía que nos define.

La evolución personal es un logro atribuible a la propia persona, a su capacidad aplicada en su propio desarrollo y en el de todo aquello que la rodea.