Pesadillas y terrores nocturnos

Las Pesadillas y los Terrores Nocturnos son alteraciones del sueño donde se dan acontecimientos anormales pero frecuentes en la infancia que se incluyen dentro de los Trastornos del Sueño. Hay que diferenciar las pesadillas infantiles de los terrores nocturnos. Las pesadillas son sueños que se producen con más frecuencia en la segunda mitad del sueño nocturno, el niño generalmente se despierta con sensación de ansiedad, miedo o terror, recordando el contenido del sueño. Cuando los niños que sufren pesadillas son más mayores es conveniente hablar de lo sucedido con calma al día siguiente y observar su comportamiento para intentar averiguar si existiera alguna causa o motivo de preocupación para él. Los padres deben acudir al dormitorio cuando el niño sufre una pesadilla, tranquilizarlo, abrazarlo, acariciarlo, hablárle con voz suave y actitud tranquila, escuchárlo pero sin ahondar en los detalles, explicarle que era un sueño y que ya ha pasado todo, que todo está bien y procurar que vuelva a dormirse cuanto antes. Las pesadillas cuando son muy frecuentes pueden ir asociadas a un alto nivel de inseguridad por motivos, escolares, familiares, enfermedad (hospitalización), separación de la madre, etc. Los Terrores Nocturnos se caracterizan por un brusco despertar que se produce en la tercera fase del sueño nocturno acompañado de gritos, llantos, síntomas de miedo intenso y ansiedad, el niño puede incorporarse de la cama pero resulta difícil despertarle y no suele recordar el episodio. Los Terrores Nocturnos con algo menos frecuentes que las pesadillas y desaparecen en la adolescencia. Son factores de riesgo para que aparezcan estos episodios: el estrés, factores géneticos, la fátiga y la tensión emocional, episodios...

Supera la depresión

La depresión es un trastorno psicológico del estado de ánimo que es muy frecuente en nuestra sociedad y suele afectar mucho, tanto a la persona que lo padece como al resto de su familia, sobre todo a los que viven con ella. Su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que con el tiempo suele pasar de transitorio a permanente. Este trastorno perjudica principalmente el nivel afectivo de la persona en todos los ámbitos de su vida y puede tener diferentes grados de intensidad, manifestando tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad y malhumor. Puede manifestarse como un padecimiento leve siendo fácil de erradicar con ayuda de un especialista y sin ninguno o apenas tratamiento médico, hasta los casos muy graves que pueden llevar a la persona incluso a pensar o intentar el suicidio. La causa de la depresión puede ser conocida o desconocida pero es muy importante buscar ayuda cuando nos sintamos abatidos, con el ánimo más bajo de lo habitual, cansados, desganado y con tendencias a encerrarnos en nosotros mismos aislándonos de los demás, para que la situación no se agrave y busquemos ayuda cuanto antes, pues en estos primeros estadios del trastorno es mucho más fácil de eliminar que en los casos en que la persona debido a un estado de ánimo bajo permanentemente ya ha realizado cambios profundos en su manera de pensar, sentir y en su comportamiento. Uno de los síntomas más característicos de la depresión es la tendencia a estar deprimido, perdiendo el interés por lo que le rodea y dejando de disfrutar de la vida que se hace. La persona va cambiando y...

Mejora tu autoestima

La autoestima es un conjunto de creencias, percepciones, pensamientos, sentimientos, evaluaciones y tendencias que tenemos acerca de nosotros mismos. Es nuestra percepción evaluativa sobre nosotros mismos. La importancia de la autoestima es que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de comportarnos y al sentido de nuestra valía personal. Una baja autoestima implica que nuestra manera de vernos, el respeto, la confianza, la pericia, y la estimación que sentimos por nosotros mismos es insuficiente, nos falta reconocimiento, aceptación y esto afectará a nuestra manera de estar, actuar y de relacionarnos con los demás, debido a que la autoestima comprende dos procesos sociopsicológicos distintos, la autovaloración y la autoevaluación. La autoestima está relacionada con la necesidad humana de aprecio, tanto el personal que uno se tiene a sí mismo, como el aprecio que percibimos y recibimos de otras personas. En la Psicología humanista, Carl Rogers su máximo exponente decía que la raíz de los problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados. Una persona con baja autoestima se manifestará insegura, incapaz y conflictiva. Al no sentirse satisfecha consigo misma se inclinará siempre por el derrotismo y negativismo en todo lo que emprenda, si fomentamos la mediocridad, el fracaso y la dependencia, tendremos adultos con sentimientos de inferioridad, baja resistencia a la frustración, incapaces y poso exitosos. Tener una baja autoestima impide nuestro crecimiento psicológico, disminuyendo nuestra resistencia frente a las adversidades de la vida, es muy importante la autoaceptación para poder superar los pensamientos, sentimientos y conductas inapropiadas o erróneas que adoptamos. Hay dos aspectos importantísimos e interrelacionados en...

Elimina el estrés

Llamamos estrés a la tensión que genera nuestro organismo a modo de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Puede originarse por un pensamiento o situación que haga sentir frustración, ansiedad, furia, etc. Esta reacción fisiológica del organismo es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia. Cuando este mecanismo de defensa crea tensión en exceso, ocasiona modos de vida perjudiciales para la salud, provocando síntomas leves y enfermedades graves a largo plazo. Algunos ejemplos de las enfermedades y anomalías que esta tensión continuada puede provocar en el organismo son: olvidos (ocasionando problemas de memoria), alteraciones en el ánimo, nerviosismo, falta de concentración, cambios hormonales sobre todo en las mujeres como hinchazón de mamas, dolores abdominales inferiores, etc. La patología del estrés va en aumento en el área laboral, sobre todo en el sector servicios y con mayor riesgo para los puestos jerárquicos, que requieren mayor exigencia y dedicación. El estrés crónico está relacionado con un trastorno de ansiedad, que si bien es una reacción normal frente a diversas situaciones de la vida, cuando se presenta en forma excesiva constituye una enfermedad que puede alterar la vida de las personas. El efecto que tiene el estrés en el organismo es profundo: -Predominio del sistema simpático (vasoconstricción periférica, midriasis, taquicardia, taquipnea, ralentización de la motilidad intestinal). -Liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina. -Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y factores inmunitarios. Todos estos mecanismos están enfocados a aumentar las posibilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo, el problema...