por Belén | Mar 16, 2016 | Adolescentes, Niños
Los trastornos de conducta más habituales durante la infancia son la desobediencia, las rabietas, el negativismo, etc., constituyendo parte de la conducta habitual en algunos niños. Estas conductas suelen suponer un desafío a la autoridad y control de los padres, pudiendo resultar muy perturbadoras y degenerar en una relación de represión con los hijos. Estos problemas aparecen cada vez con más frecuencia entre las familias, incrementándose su magnitud y frecuencia apareciendo a una edad más temprana en el niño. En algunos casos extremadamente graves los niños se vuelven verdaderos tiranos con sus padres, adoptando actitudes exigentes, intolerantes, pudiendo llegar incluso a la agresión si no se les conceden sus exigencias. Estas conductas pueden producirse por una falta de responsabilidad y de empatía del niño, falta de capacidad para ponerse en el lugar del otro, no sentir las emociones, una educación permisiva en la primera etapa de su vida, factores genéticos y lo que es más común por una mezcla de varios o de todos estos factores. Las carencias afectivas en la infancia, crecer sin la presencia de los padres, o unos modelos de referencia inadecuados puede desencadenar en este tipo de conductas especialmente agresivas. Cuando un niño pequeño hace lo que quiere, piensa que todo a su alrededor está a su servicio, no ayuda en las tareas más básicas ni a recoger sus juguetes, no colabora son sus padres y es desobediente, no se pone jamás en el lugar del otro, aprende que la vida es así y que sus padres están para darle todos sus caprichos. Cuando un día los padres cansados de esta actitud le dicen no,...
por Maria Dolores | Ene 25, 2016 | Adolescentes, Niños
El miedo infantil es algo natural en los niños, cumple una función de protección y depende del carácter de cada uno de ellos. Hay niños que son más impresionables que otros pero lo normal es que puedan superar sus temores de forma natural con el cariño y apoyo de sus padres. Los padres miedosos o con trastornos de ansiedad pueden influenciar a sus hijos ocasionandoles temor, al percibir los hijos la reacción emocional de sus cuidadores, también a traves de las informaciones verbales podemos generar temor en nuestros hijos. Los padres deben tener especial cuidado con su actitud cuando los niños manifiesten estos temores, pues tanto la sobreprotección como hacerles sentir culpables diciéndoles que son miedosos, cobardes, comparándoles con otros niños, etc., perjudicarán al niño, pudiendo ocasionar que se agrave la situación en lugar de ayudarles a superarla. Lo más prudente en estos casos es actuar con naturalidad ante su miedo no dándole importancia y ayudar al niño a que afronte la situación que teme, proporcionándole apoyo, premiándo sus actos de valentía con muestras de cariño y afecto, animándole para incentivarle a superar la situación, etc. Algunos miedos suelen ser comunes a la gran mayoría de los niños y aparecen en función de la edad, miedo a serararse de sus padres, a la oscuridad, a algunos animales, a los ruidos fuertes, a la escuela, a las tormentas, miedos imaginarios, etc., pero pueden existir otros miedos relacionados con sus propias vivencias o con la educación que hayan recibido. Si los miedos perduran más allá de lo razonable debemos procurar ayudar al niño a superarlos, sobretodo si el niño manifiesta malestar...
por Belén | Ene 14, 2015 | Niños
Los niños dependen por completo de sus padres o las personas que hay a su alrededor, generalmente la familia. Desde el mismo momento que nacen comienzan a aprender sobre todo de los padres o tutores, de ellos toman conciencia de lo que son, de todo lo que saben y de hasta donde pueden llegar. Son grandes observadores y por este motivo es tan importante que tengan buenos ejemplos de las personas que sean de referencia para ellos. Los niños aprenden de nosotros, de como nos comportamos, de como somos, como los tratamos, los ejemplos que les damos, que normas les inculcamos, etc., seamos o no conscientes de ello. En la etapa infantil el niño vive muchas situaciones de estrés y afronta problemas que los adultos ni siquiera consideran como tales, un ejemplo de ello, es el nacimiento de un nuevo hermanito. Esto supone una serie de adaptaciones por parte de la familia y del propio niño, ya que generalmente deja de recibir tanta atención como estaba acostumbrado y el niño puede vivir esta situación de forma muy dolorosa para él, sintiéndose relegado a un segundo plano. Este no es el único caso de situaciones estresantes para los niños, el comienzo de la guardería, el aprender a pedir sus necesidades, no recibir la suficiente atención por parte de los padres, comenzar en la etapa escolar, dificultades de relación con otros niños o adultos, el aprender a concentrarse y prestar atención en clase, etc. Todas estas situaciones pueden dificultar el necesario equilibrio del niño. Si todas estas fases y etapas se superan de forma adecuada tendremos a un niño sano, equilibrado,...
por Belén | Ene 14, 2015 | Niños
Las Pesadillas y los Terrores Nocturnos son alteraciones del sueño donde se dan acontecimientos anormales pero frecuentes en la infancia que se incluyen dentro de los Trastornos del Sueño. Hay que diferenciar las pesadillas infantiles de los terrores nocturnos. Las pesadillas son sueños que se producen con más frecuencia en la segunda mitad del sueño nocturno, el niño generalmente se despierta con sensación de ansiedad, miedo o terror, recordando el contenido del sueño. Cuando los niños que sufren pesadillas son más mayores es conveniente hablar de lo sucedido con calma al día siguiente y observar su comportamiento para intentar averiguar si existiera alguna causa o motivo de preocupación para él. Los padres deben acudir al dormitorio cuando el niño sufre una pesadilla, tranquilizarlo, abrazarlo, acariciarlo, hablárle con voz suave y actitud tranquila, escuchárlo pero sin ahondar en los detalles, explicarle que era un sueño y que ya ha pasado todo, que todo está bien y procurar que vuelva a dormirse cuanto antes. Las pesadillas cuando son muy frecuentes pueden ir asociadas a un alto nivel de inseguridad por motivos, escolares, familiares, enfermedad (hospitalización), separación de la madre, etc. Los Terrores Nocturnos se caracterizan por un brusco despertar que se produce en la tercera fase del sueño nocturno acompañado de gritos, llantos, síntomas de miedo intenso y ansiedad, el niño puede incorporarse de la cama pero resulta difícil despertarle y no suele recordar el episodio. Los Terrores Nocturnos con algo menos frecuentes que las pesadillas y desaparecen en la adolescencia. Son factores de riesgo para que aparezcan estos episodios: el estrés, factores géneticos, la fátiga y la tensión emocional, episodios...
por Belén | Ene 12, 2015 | Niños
Muchos de los problemas que son motivo de consulta en el psicólogo tienen su origen en determinadas dinámicas y vivencias familiares. Cuando los niños enferman a menudo, reclaman la atención de los padres constantemente, se oponen a la disciplina, cuando baja la media académica, etc., puede reflejar un malestar emocional o falta de afecto que el niño no sabe canalizar y expresar de otra forma lo que realmente le ocurre. La cantidad y calidad de relaciones afectivas afecta directamente a la salud mental del niño, al adolescente y a los adultos. Por este motivo es tan importante la relación que como padres hemos creado con nuestros hijos desde su concepción (el embarazo también influye). Es primordial atender las necesidades afectivas de nuestros hijos. Hay un factor de primer orden en nuestra sociedad que es la falta de tiempo para estar con los hijos, la poca capacitación de los padres para expresar sus emociones y comunicar sus afectos agrava el problema, esto aún se puede agravar más si además existen problemas de trabajo, de relación de pareja, económicos, de separación o divorcio, malos tratos, etc. Todo esto puede crear un ambiente de malestar e inseguridad que puede resultar muy dañino para los más pequeños, aunque indudablemente afectará a todos los miembros de la familia. Cada niño aprenderá a interiorizar estas carencias de una forma diferente y reaccionará exteriorizando su malestar o desatención afectiva desarrollando problemas de conducta. Si los padres son capaces de fortalecer los vínculos afectivos a pesar de las situaciones difíciles que atraviesen, eliminarán el riesgo de problemas emocionales y de conducta en el futuro. Para fortalecer los...
por Belén | Ene 12, 2015 | Niños
La Hiperactividad infantil es un trastorno de conducta de origen neurológico. Las causas que lo producen hoy en día no se conocen con certeza. Pero estos niños mantienen conductas conflictivas dada la frecuencia, la intensidad y la inoportunidad del momento en que ocurren porque tienen dificultad para controlar su conducta con otras personas. El niño hiperactivo tiene ciertas características que son comunes en todos ellos, como la dificultad de atención, la impulsividad y la hiperactividad. Guía de síntomas en un niño hiperactivo: FALTA DE ATENCIÓN: -La falta de atención cercana a detalles. -Se distrae fácilmente con los estímulos del contexto ambiental. -Parece que no escucha cuando se le habla mostrando dificultad para atender selectivamente. -En casa tiene dificultades para seguir las directrices que se le marcan, para organizarse y explorar estímulos complejos de manera ordenada. -En el colegio le cuesta centrarse en los trabajos o en las diferentes actividades llevándole a cometer errores. -Salta de una tarea a otra sin terminar las ya empezadas, lo evita porque le cuesta mantener un esfuerzo mental constante. LA IMPULSIVIDAD: -Dificultad para mantenerse sentados y quietos en una silla, mueve las manos, los pies, se levanta. -Incapacidad para inhibir conductas, dicen lo que piensan sin reprimirse. -Muestran precipitación (impulsividad cognitiva) incluso a nivel de pensamiento, no piensan las cosas antes de actuar, no preveen y contestan a preguntas antes de que se les formulen. -Hacen lo que les gusta en primer lugar, aplazando los deberes y obligaciones. -Habla excesivamente, dificultad para esperar su turno, interrumpe, responde sin esperar a que la persona termine. HIPERACTIVIDAD: -Tiene excesiva actividad motora, está siempre moviéndose. -Su movimiento...
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