por Belén | Ene 12, 2015 | Adultos, Centro de Psicología, Centro de Psicología - Coaching, Cursos, Talleres
La depresión es un trastorno psicológico del estado de ánimo que es muy frecuente en nuestra sociedad y suele afectar mucho, tanto a la persona que lo padece como al resto de su familia, sobre todo a los que viven con ella. Su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que con el tiempo suele pasar de transitorio a permanente. Este trastorno perjudica principalmente el nivel afectivo de la persona en todos los ámbitos de su vida y puede tener diferentes grados de intensidad, manifestando tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad y malhumor. Puede manifestarse como un padecimiento leve siendo fácil de erradicar con ayuda de un especialista y sin ninguno o apenas tratamiento médico, hasta los casos muy graves que pueden llevar a la persona incluso a pensar o intentar el suicidio. La causa de la depresión puede ser conocida o desconocida pero es muy importante buscar ayuda cuando nos sintamos abatidos, con el ánimo más bajo de lo habitual, cansados, desganado y con tendencias a encerrarnos en nosotros mismos aislándonos de los demás, para que la situación no se agrave y busquemos ayuda cuanto antes, pues en estos primeros estadios del trastorno es mucho más fácil de eliminar que en los casos en que la persona debido a un estado de ánimo bajo permanentemente ya ha realizado cambios profundos en su manera de pensar, sentir y en su comportamiento. Uno de los síntomas más característicos de la depresión es la tendencia a deprimirse, perdiendo el interés por lo que le rodea y dejando de disfrutar de la vida que se hace. La persona va cambiando y deja...
por Belén | Ene 12, 2015 | Cursos, Talleres
La autoestima es un conjunto de creencias, percepciones, pensamientos, sentimientos, evaluaciones y tendencias que tenemos acerca de nosotros mismos. Es nuestra percepción evaluativa sobre nosotros mismos. La importancia de la autoestima es que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de comportarnos y al sentido de nuestra valía personal. Una baja autoestima implica que nuestra manera de vernos, el respeto, la confianza, la pericia, y la estimación que sentimos por nosotros mismos es insuficiente, nos falta reconocimiento, aceptación y esto afectará a nuestra manera de estar, actuar y de relacionarnos con los demás, debido a que la autoestima comprende dos procesos sociopsicológicos distintos, la autovaloración y la autoevaluación. La autoestima está relacionada con la necesidad humana de aprecio, tanto el personal que uno se tiene a sí mismo, como el aprecio que percibimos y recibimos de otras personas. En la Psicología humanista, Carl Rogers su máximo exponente decía que la raíz de los problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados. Una persona con baja autoestima se manifestará insegura, incapaz y conflictiva. Al no sentirse satisfecha consigo misma se inclinará siempre por el derrotismo y negativismo en todo lo que emprenda, si fomentamos la mediocridad, el fracaso y la dependencia, tendremos adultos con sentimientos de inferioridad, baja resistencia a la frustración, incapaces y poso exitosos. Tener una baja autoestima impide nuestro crecimiento psicológico, disminuyendo nuestra resistencia frente a las adversidades de la vida, es muy importante la autoaceptación para poder superar los pensamientos, sentimientos y conductas inapropiadas o erróneas que adoptamos. Hay dos aspectos importantísimos e interrelacionados en...
por Belén | Ene 12, 2015 | Cursos, Talleres
Llamamos estrés a la tensión que genera nuestro organismo a modo de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Puede originarse por un pensamiento o situación que haga sentir frustrado, ansioso, furioso, etc. Esta reacción fisiológica del organismo es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia. Cuando este mecanismo de defensa crea tensión en exceso, ocasiona modos de vida perjudiciales para la salud, provocando síntomas leves y enfermedades graves a largo plazo. Algunos ejemplos de las enfermedades y anomalías que esta tensión continuada puede provocar en el organismo son: olvidos (ocasionando problemas de memoria), alteraciones en el ánimo, nerviosismo, falta de concentración, cambios hormonales sobre todo en las mujeres como hinchazón de mamas, dolores abdominales inferiores, etc. La patología del estrés va en aumento en el área laboral, sobre todo en el sector servicios y con mayor riesgo para los puestos jerárquicos, que requieren mayor exigencia y dedicación. El estrés crónico está relacionado con un trastorno de ansiedad, que si bien es una reacción normal frente a diversas situaciones de la vida, cuando se presenta en forma excesiva constituye una enfermedad que puede alterar la vida de las personas. El efecto que tiene el estrés en el organismo es profundo: -Predominio del sistema simpático (vasoconstricción periférica, midriasis, taquicardia, taquipnea, ralentización de la motilidad intestinal). -Liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina. -Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y factores inmunitarios. Todos estos mecanismos están enfocados a aumentar las posibilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo, el problema...
por Belén | Ene 12, 2015 | Niños
Muchos de los problemas que son motivo de consulta en el psicólogo tienen su origen en determinadas dinámicas y vivencias familiares. Cuando los niños enferman a menudo, reclaman la atención de los padres constantemente, se oponen a la disciplina, cuando baja la media académica, etc., puede reflejar un malestar emocional o falta de afecto que el niño no sabe canalizar y expresar de otra forma lo que realmente le ocurre. La cantidad y calidad de relaciones afectivas afecta directamente a la salud mental del niño, al adolescente y a los adultos. Por este motivo es tan importante la relación que como padres hemos creado con nuestros hijos desde su concepción (el embarazo también influye). Es primordial atender las necesidades afectivas de nuestros hijos. Hay un factor de primer orden en nuestra sociedad que es la falta de tiempo para estar con los hijos, la poca capacitación de los padres para expresar sus emociones y comunicar sus afectos agrava el problema, esto aún se puede agravar más si además existen problemas de trabajo, de relación de pareja, económicos, de separación o divorcio, malos tratos, etc. Todo esto puede crear un ambiente de malestar e inseguridad que puede resultar muy dañino para los más pequeños, aunque indudablemente afectará a todos los miembros de la familia. Cada niño aprenderá a interiorizar estas carencias de una forma diferente y reaccionará exteriorizando su malestar o desatención afectiva desarrollando problemas de conducta. Si los padres son capaces de fortalecer los vínculos afectivos a pesar de las situaciones difíciles que atraviesen, eliminarán el riesgo de problemas emocionales y de conducta en el futuro. Para fortalecer los...
por Belén | Ene 12, 2015 | Niños
La Hiperactividad infantil es un trastorno de conducta de origen neurológico. Las causas que lo producen hoy en día no se conocen con certeza. Pero estos niños mantienen conductas conflictivas dada la frecuencia, la intensidad y la inoportunidad del momento en que ocurren porque tienen dificultad para controlar su conducta con otras personas. El niño hiperactivo tiene ciertas características que son comunes en todos ellos, como la dificultad de atención, la impulsividad y la hiperactividad. Guía de síntomas en un niño hiperactivo: FALTA DE ATENCIÓN: -La falta de atención cercana a detalles. -Se distrae fácilmente con los estímulos del contexto ambiental. -Parece que no escucha cuando se le habla mostrando dificultad para atender selectivamente. -En casa tiene dificultades para seguir las directrices que se le marcan, para organizarse y explorar estímulos complejos de manera ordenada. -En el colegio le cuesta centrarse en los trabajos o en las diferentes actividades llevándole a cometer errores. -Salta de una tarea a otra sin terminar las ya empezadas, lo evita porque le cuesta mantener un esfuerzo mental constante. LA IMPULSIVIDAD: -Dificultad para mantenerse sentados y quietos en una silla, mueve las manos, los pies, se levanta. -Incapacidad para inhibir conductas, dicen lo que piensan sin reprimirse. -Muestran precipitación (impulsividad cognitiva) incluso a nivel de pensamiento, no piensan las cosas antes de actuar, no preveen y contestan a preguntas antes de que se les formulen. -Hacen lo que les gusta en primer lugar, aplazando los deberes y obligaciones. -Habla excesivamente, dificultad para esperar su turno, interrumpe, responde sin esperar a que la persona termine. HIPERACTIVIDAD: -Tiene excesiva actividad motora, está siempre moviéndose. -Su movimiento...
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